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Es una pregunta que implica respuestas muy amplias, porque  “lo que está pasando” es mucho.

Años como el 2020 y 2021 sin dudas han constituido un punto de inflexión no sólo en las personas, su entorno, estilo de vida y hábitos sino también en las empresas y negocios que tuvieron que acudir rápidamente a técnicas, servicios, productos y estructuras que, o no las tenían o las tenían de modo secundario.

Así fue como el marketing digital _que venía creciendo a ritmo acelerado_  se convirtió en el servicio más buscado y como la demanda era demasiada la empresas de tecnología, redes sociales y personas (en muchos casos sin distinción entre profesionales o no) respondieron a una velocidad impensada; ofreciendo infinidad de “soluciones casi mágicas” para que las empresas pudieran sostenerse durante la crisis.

Ese cambio, esas (en principio) soluciones trajeron consigo  la aparición de millones de sitios de venta e-commerce, tiendas online, shop por Instagram y Facebook, multiplicación de los correos electrónicos , el uso acentuado del celular (sobre todo de Whatsapp) en virtud del trabajo home office y una multiplicidad de tareas realizadas con recursos en línea.

 

¿Entonces qué efectos trajo consigo esta nueva realidad, en las personas, en las empresas y los negocios?

No quiero hacer extensivo el texto hablando a nivel global, porque lo que pretendo es atender y entender nuestra realidad más cercana para luego adentrarnos en temas que en verdad ameritan al menos la lectura por parte de quienes en verdad están interesados en una mejora sostenida y cambios en la vida real tanto personal como en la de sus empresas o negocios; de modo que hablemos de los efectos de la nueva realidad en Argentina, en nuestra región.

Personas

Esto no pretende ser un material de consulta sobre temas conductuales, físicos o psicológicos de las personas relacionados a la post-pandemia ya que para ello se debe tener las bases profesionales y el sustento científico adecuados para sostener la información emitida.

Simplemente voy a hacer una breve referencia para luego adentrarnos en los temas que motivan nuestro trabajo y ofrecen una propuesta con una estructura diferencial para las empresas.

Volviendo a los efectos de la nueva realidad en las personas, hay datos aportados por la Agencia Randstad que nos sirven a la perfección como base para los temas que desarrollaremos luego.

En relación al trabajo, la Agencia realizó una encuesta que determinó que el 47% de los argentinos prefiere un formato mixto de oficina y home office. El 19% de las personas consultadas aseguró que preferiría seguir trabajando siempre desde su hogar, mientras que apenas un 6% sostiene que quisiera trabajar siempre desde la oficina (1). 

Podriamos detenernos en cada una de las cifras y desarrollarlas pero aquí quiero hacer énfasis en la última porque en definitiva la considero la más inquietante: sólo el 6% de las personas encuestadas prefiere seguir asistiendo a trabajar de manera presencial (solo el 6%).

El hecho de que  un porcentaje tan bajo de personas prefiera asistir a su puesto de trabajo, debe tener su origen en diversos factores que, como dije antes, los profesionales de recursos humanos y psicólogos sabrán explicar mejor que yo, pero si lo relacionamos con los efectos que esa preferencia puede ocasionar en las empresas sí es un asunto que debe atenderse desde la óptica del  marketing y la comercialización.

Desde este enfoque, atribuyo esa elección de no asistir a su trabajo presencial a dos condiciones  que, si bien son inherentes a la persona por tratarse de situaciones subjetivas del ser, han sido en los últimos años de alguna manera, sino coaccionadas de manera subliminal, al menos fomentadas: la comodidad y la infoxicación.

Hablar de que los seres humanos somos en esencia cómodos es un tema harto conocido. Pero el problema se agudiza cuando  esa condición tiene sustento o está fomentada de alguna manera por el contexto social – político. En este sentido, no voy a hablar de leyes específicas ni contratos laborales ni gremialismo; pero no podemos desconocer que en la mayoría de los casos los empleados tienen a veces quizás más  amparo o protección que los propios empleadores.

Entonces cuando hablo de “comodidad” me refiero a que los empleados saben que las leyes en su mayoría los respalda (lo cual en el sentido del derecho al trabajo está  muy bien); pero cuando se hace uso en detrimento de la empresa, ahí está el problema.

Pensamientos como “a mi me pagan por atender al cliente, no para sonreír”, “voy a hacer mi trabajo y no me pidan más” “porqué tengo que informar a tal persona de mi trabajo”, “para qué un área de marketing” etc. Son algunas expresiones que he escuchado estando en contacto con empleados y ellas están, de alguna manera,  avaladas por esta cuasi-comodidad del “total no me pueden echar”.

Pero la condición de comodidad no pasa sólo por una cuestión legal, si se quiere, sino por el preocupante hecho de la motivación casi ausente en las personas y que se acentúa más y más con el correr de los años.

Más adelante hablaremos de motivación, por ahora centrémonos en la otra condición agudizada de la “nueva realidad”; la infoxiación.

El tema de la infoxicación está siendo estudiado desde hace varios años por expertos de todo el mundo.

El concepto de infoxicación como tal fue acuñado por primera vez por Alfons Cornella, en el año 2000 o finales de 1999.

De esta forma para principios de este siglo ya existía un concepto para definir los síntomas de lo que empezábamos a vivir como un fenómeno global y que fue impulsado primero por Google y las redes sociales después. Para seguir ampliándose con la Internet de las cosas.

Éste concepto es quizás uno de los pilares centrales que sienta las bases de esta nueva etapa en Markempres, por lo que su desarrollo amerita un capítulo aparte.

Por el momento quiero ubicarlo dentro del contexto de la nueva realidad en relación al hecho de que porqué los empleados prefieren no asistir a sus puestos de trabajo.

Hablaba anteriormente de comodidad como una condición inherente a la persona y lo traigo aparejado con el concepto de infoxicación porque éste último se está convirtiendo (y más aún en las últimas generaciones) en un estado casi ineludible en cada uno de nosotros.

Entonces ¿qué tiene que ver la infoxicación con el hecho de que los empleados prefieran trabajar home office?

Bueno es que precisamente esa posibilidad de hacer todo online, de encontrar todo en la red, de comunicarse con el resto de sus compañeros de las diferentes áreas por correo electrónico y Whatsapp han acentuado la idea de “¿para qué voy a ir a trabajar si lo puedo hacer desde casa?”

La posibilidad de tener todo el material, la información y la tecnología al alcance, ha despertado en algunos aún más  la condición de comodidad y en otros, por otro lado el ímpetu de independencia y emprendimiento _ en otro artículo desarrollaremos estos temas_.

Empresas

Ante esta realidad y crisis agudizada en estos dos últimos años, la empresas se vieron forzadas a actuar rápidamente para hacer frente a esa nueva realidad.

Así, como casi en automático centraron sus operaciones en el mundo virtual. Es entendible, algo tenían que hacer y fue acertado.

Pero es necesario comprender ahora las implicancias, los pros y contras y el alcance que esa decisión tiene y pensar en si mantener esa estructura en las empresas será o no beneficioso para un crecimiento a largo plazo.

En otras palabras, en el aquí y ahora puede que esté bien… pero y el mañana?

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Todo lo hasta aquí expuesto, constituye la puerta de entrada a nuestra propuesta de transformación de las empresas a través de un enfoque innovador y hasta un tanto controversial, según la óptica de quien lo analiza.

En Markempres creemos que las empresas no  tienen porqué quedarse inmóvil junto con la gran masa y sucumbir a la mediocrización masiva del comportamiento evidente de la sociedad, junto con la desprofesionalización colectiva de los negocios que se acentúa cada vez más en la industria.

Los invitamos entonces a ser parte, a trabajar juntos  o al menos leer nuestra propuesta.

Si logramos que se comprenda nuestro enfoque y su atención se centra en la posibilidad de implementar ideas y acciones para que su empresa cambie y mejore ; habrá dado el primer paso y recuerde:

“el paso más pequeño para implementarlas tiene más valor que la mayor de las intenciones”.

FUENTE: Randstad.com

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